El caso que hoy traemos es impresionante: hablamos de un recluso ofreciéndose a donar médula ósea al juez que dictó su condena. El magistrado en cuestión se llama Carl Fox y trabaja en Carolina del Norte, según podemos leer en el blog Wral. Actualmente se encuentra en plena lucha contra el cáncer y necesita un donante de médula ósea compatible.
"No hay odio ni rencor hacia ti en mi corazón" , asegura el preso
Desde que comenzó su búsqueda ha recibido ofrecimientos y muestras de apoyo de muchísimas personas. Lo que nunca había pasado por su mente es que entre los candidatos a donante aparecería Charles Alston, un hombre al que condenó a 25 años de prisión por robo a mano armada.
Alston envió a Fox una carta explicando sus motivaciones. «Sé que estás buscando un donante de médula ósea compatible contigo. Puede que yo lo sea y puede que no, pero me gustaría hacer el sacrificio si fuese necesario. No hay odio ni rencor hacia ti en mi corazón», cuenta el preso en una misiva que emocionó a su receptor. «Realmente me impactó. Nunca pensé que Charles Alston podría ofrecerse a hacer algo para salvar mi vida. Tenía todos los motivos para estar furioso conmigo, por dónde está y por la sentencia que recibió», explica el juez.
Alston envió a Fox una carta explicando sus motivaciones. «Sé que estás buscando un donante de médula ósea compatible contigo. Puede que yo lo sea y puede que no, pero me gustaría hacer el sacrificio si fuese necesario. No hay odio ni rencor hacia ti en mi corazón», cuenta el preso en una misiva que emocionó a su receptor. «Realmente me impactó. Nunca pensé que Charles Alston podría ofrecerse a hacer algo para salvar mi vida. Tenía todos los motivos para estar furioso conmigo, por dónde está y por la sentencia que recibió», explica el juez.
La prisión ha cambiado por completo la forma de pensar de Alston. Admite que al principio odió con todas sus fuerzas a Fox, pero poco a poco empezó a creer que tal vez le había salvado la vida poniéndole entre rejas. «En la cárcel he ido mucho a la iglesia y he encontrado a Dios. Por eso he pensado que si puedo hacer algo por alguien, debería hacerlo», comenta el recluso, de 62 años de edad.
En principio y a pesar de su voluntad, Charles Alston no podrá donar médula ósea a Carl Fox. Se considera que los presos están en alto riesgo de contraer enfermedades, de modo que no se les permite figurar en el registro de donantes. Eso sí, con su gesto, con esa carta sincera y profunda, Alston ha dado algo muy importante a Fox: esperanza. Todavía necesita que aparezca un donante compatible con él, pero ahora se siente un poco más fuerte para recorrer hasta el final ese durísimo camino.
FUENTE: http://www.abc.es/recreo/20150908/abci-recluso-donar-medula-osea-201509080936.html
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